Mí inconsciente siempre va a elegir los pensamientos que son importantes para mí en este momento, estos conceptos son como fertilizantes para la tierra de mí mente, al absorberlos a medida que los repito una y otra vez, enriquezco lentamente la base del jardín de la vida, mi vida. Cualquier cosa que plante crecerá en abundancia.
Por lo tanto, mi vida la estoy creando a base de mis pensamientos, puesto que soy la única que piensa en mi mente. Nadie más puede hacerlo por mí. Esta frase la escuche de Louise Hay y la he trabajado en mi vida poco a poco a lo largo de los últimos seis años. Este hábito toma su tiempo, puesto que debemos ir desprogramándonos de toda la información que ya no nos sirve; paradigmas creados desde que la humanidad existe y que nos empuja a buscar afuera, lo que reside dentro de nosotros. Nos recuerdan constantemente que hay que “ver para creer” y no lo contrario “creer para ver”. Esto me ha permitido ser el conejillo de india de mí misma y si a mí me funciona, a ti también.
Generalmente hemos sido educados para pensar de la forma como lo hacemos, desde que nacemos escuchamos reiteradas veces afirmaciones por quienes están en nuestro entorno y que lo hacen en base a su sistema de creencias y experiencias; también en base a lo que vemos de esas mismas personas, ya que si a ellos les ha funcionado, porque no habría de funcionar para nosotros. Pero una vez que hemos crecido, seamos consciente de ello o no, somos los responsables por todo lo que sentimos y vivimos.
Siempre podemos cambiar nuestra manera de pensar, por ende, podemos cambiar nuestra vida. Esta es una condición necesaria para crear la vida que queremos, sin importar el aparente caos que podamos estar atravesando en el presente. Sin importar lo que estemos viviendo, lo creamos desde los pensamientos del pasado, en base a la consciencia y conocimientos que teníamos en ese momento.
Escuchar con amor lo que nos decimos constantemente es el inicio para limpiar pensamientos negativos y posteriormente repetirnos pensamientos positivos.
Recibir noticias tales como (D-os no lo quiera): usted ha sido despedido, descubrí que ya no te amo, debe desalojar la casa, usted es persona no grata, su familiar tuvo un accidente, estamos cerrado, perdió su cita, los resultados arrojaron que usted tiene cáncer, etc.; son el más grande despertar para una consciencia adormecida.
Desde lo más profundo de nuestro subconsciente nos enviamos señales de desprecio hacia nosotros mismos, por motivos, muchas veces hasta desconocidos, pero que están allí.
La salud mental y física son el reflejo de nuestra salud interna, de lo que nos repetimos a nosotros mismos, tanto en la noche como en el día. En la noche porque nos vamos a reprogramar con los pensamientos que nos hemos repito en reiteradas oportunidades durante el día y en el día porque estamos en piloto automático con una cotorra parlanchina que no deja de decirnos cosas.
Escucho a personas que salen corriendo de sus casas repitiéndose a sí mismas: me va a dejar el tren, me va a dejar el tren, camina más rápido, me va a dejar el tren, y justo cuando van llegando a la estación, el tren está cerrando la puerta en sus propias narices o está arrancando. Y culpan a quien quiera que sea o a sí mismos cuando inconscientemente se crearon y reafirmaron que el tren los iba a dejar. Recuerdo muchas oportunidades que iba tarde desde mi casa y me repetía que iba a tomar el tren y al llegar a la estación el tren tenía un retraso de algunos minutos, justo los que yo necesitaba para abordar el tren. Por supuesto, pedir que el tren se retrase para poder tomarlo y yo poder llegar a tiempo, es un deseo que solo me beneficia a mí y que afecta de forma negativa al resto de las personas involucradas; por esta razón existe tanto caos y dolor en el mundo, ya que inconscientemente emitimos pensamientos, deseos o acciones, que, al beneficiar a una parte, perjudica a la otra.
Vuelvo y repito, todo lo que estemos recibiendo ahorita, es producto de las semillas que hemos plantado en el pasado en nuestro propio jardín, al que solo nosotros tenemos acceso.
En base a este preámbulo, la pregunta es ¿Qué puedo hacer? Para cambiar una experiencia que estoy viviendo y no me gusta.
Primeramente, es reconocer que cualquiera que sea, la he creado yo, aún, cuando sea el efecto de un mal gobierno, hambruna o desastres naturales. Ya que generalmente cuando experimentamos o nos enteramos de noticias que aparentemente no han sido creada por nosotros, solemos echarle la culpa a cualquiera allá afuera.
Segundo, nada de malo hay en darnos cuenta de nuestros pensamientos negativos o nuestras creencias que han manifestado nuestra realidad, ya que es a partir de allí que podemos reemplazarlos por pensamientos de amor y Luz. Observarlos y darles las gracias por mostrarnos que existe algo que debemos cambiar en nuestro sistema de creencias limitantes es un ejercicio que me hago a mí misma.
Vemos la basura, la sacamos y luego llenamos el espacio que ya está limpio con todo lo nuevo, fresco, revitalizante.
Tercero, empecemos ya mismo por crear nuevos pensamientos positivos, que vienen desde el amor y desde el flujo de la vida que siempre es cambiante, que siempre quiere expresarse desde la bondad, la misericordia y la benevolencia. comenzando a ser bondadosos con nosotros mismos, porque solo podemos ser lo que somos y tenemos. manteniendo el flujo circulando, dado y recibiendo, ya que lo que se estanca se pudre.
MÍ PROCESO CON EL CÁNCER:
Por ejemplo, recuerdo que durante mi proceso con el cáncer decidí abrasarlo con consciencia y sin expectativas, esto hizo que todo fuera más llevadero, sencillo, divertido y rápido. A pesar de que muchas personas me dijeron que la quimio terapia era una medicina muy vieja, que era un negocio para la industria farmacéutica y peor aún que era un veneno que mataba a las personas. Yo decidí tomarla, porque honestamente era la alternativa más viable que se me presento en ese momento y que por mi condición acepte esa oportunidad.
Desde el primer procedimiento que me hicieron, empecé a realizar el siguiente ejercicio mentalmente:
- Bendigo a todas las personas que estaban en mí camino.
- Agradezco a todos los que me están prestando su servicio, hasta los que me regalan una sonrisa.
- Sé que era la Creación, la que estaba actuando a través de los médicos y enfermeras.
Cuando iba a recibir las infusiones, TODAS desde el suero hasta el medicamento, cerraba mis ojos e imaginaba que una luz blanca y brillante estaba entrando a mi cuerpo, llenándolo de Luz y Amor, porque solo amor entra a mi cuerpo.
Por otra parte, también me aconsejaron que me documentara sobre el tipo de medicamento que me darían incluyendo sus efectos secundarios. ¡Esto no lo hice!
Por mi parte, yo decidí buscar solo información sobre todo lo que iba a mantener a mi cuerpo con energía y vitalidad durante cada proceso especifico, que debía comer y beber. De la misma manera todas las personas que llegaban a mi vida para ayudarme no solo venían con esa misma información, sino que también traían en sus manos un libro, una bebida o comida que me iba a fortalecer. Información valiosa que me permitió ver y aprovechar la oportunidad de cambio, en vez de sumergirme en todos los efectos negativos. quizás esta fue la razón por la cual, a pesar de que si estuvieron en mi vida, no fueron tan fuertes como les sucede a otras personas.
¿Por qué ocurrió? Debido a mis deseos de cada noche, energéticamente manifesté en mi vida solo lo que necesitaba para estar positiva y bien.
Así como también, con amor escuchaba a mi cuerpo tras cada incomodidad (malestar, dolor, etc.) que sentía, porque sabía que me estaba enviando un mensaje. Me preguntaba ¿Qué es lo que necesito saber? Porque mi cuerpo estaba tratando de decirme algo y a partir de allí llegaban las respuestas.
Mi cuerpo es inteligente y siempre está trabajando para tener una salud optima, sano y entero, a pesar de todo el daño que yo sea capaz de causarle. Por ejemplo, fumé por alrededor de 7 años. Antes de mis treinta años dejé de fumar, no porque quise, sino porque honestamente mi cuerpo empezó a rechazarlo (cuando hacia la primera inhalación me empezaba a doler la cabeza, me daba nauseas el olor en los dedos y me repugnaba el olor del cigarrillo en mi boca y garganta).
Nuestro cuerpo es tan inteligente que cuando detecta que un virus ha entrado al cuerpo, activa los soldaditos defensores llamado glóbulos blancos, cada célula y órgano empiezan en sincronía perfecta el trabajo para sacar al invasor; nos empezamos a sentir mal, ya que nuestro cuerpo nos está enviando síntomas de que debemos descansar mientras él se está encargando de solucionar todo, pero como vivimos en la ignorancia lo primero que hacemos es recurrir a la farmacia y tomarnos una droga que bloquea los mensajes que el cuerpo nos está enviando. Es como si le dijéramos ¡cállate!
Por favor, debemos escuchar a nuestro cuerpo, quiere decirnos algo a través de los malestares ¿Qué es eso que debo saber? y 100% segura, es algo que debemos cambiar dentro de nosotros.
¿Qué habría ocurrido conmigo si hubiera hecho lo contrario? Quizás no estarías leyéndome.
«Todo nace de un pensamiento y yo soy la única que piensa dentro de mí, nadie más puede hacerlo». Luise Hay
Empecé a trabajar con mi cuerpo para convertirme en una persona sana, pero desde a dentro. Empecé a hablarme y tratarme con amor, entonces mis circunstancias empezaron a cambiar, tanto que a muchas personas les parezco irreconocibles.
Dije que decidí abrasar mi proceso con el Cáncer sin expectativas, porque sabía que si parte del proceso de mi alma era darme cuenta, aprender o reconocer algo durante mi proceso, para luego morir, entonces habría valido la pena, porque fueron muchos “milagros” lo que me sucedieron durante ese proceso. Por otra parte, sé que mi alma es eterna y que está en esta vida de paso. Cualquiera que sea lo que debo cumplir y el tiempo que tome, será el que necesito y eso es perfecto. No morimos, reencarnamos una y otra vez hasta completar (quien sabe cuándo) nuestra elevación más pura. Por lo tanto, para que aferrarme a un cuerpo que ya hizo lo que debía hacer y seguir postergando el viaje de mi alma. Puedes leer más en mí artículo Menos Mal solo fue Cáncer o en mi libro canSER.
A esta altura de mi vida volteo a ver quién era y me honro por haber avanzado sin importar que, por haber decidido aceptar el cambio diario que es la vida e indudablemente por abrazar mis maravillosos y maestros procesos.
También agradezco y honro a todos los que han formado parte de mi viaje, complementos fundamentales.
Y mientras me dedico a seguir cambiando, sigo creando. ¡Crea tu vida! y gózala.
Los Amo, Sarah Rojas.