La sabiduría del cuerpo humano, es una de las intrigas más exploradas por aquellos que están en la búsqueda del santo grial.
El cuerpo humano en todo su funcionamiento, ha sido la curiosidad mejor explorada no solo por la ciencia, sino también desde el punto de vista espiritual y cuántico, ya contiene la sabiduría más perfecta que jamás hayamos tan siquiera imaginado, por su complejidad física, pero inclusive por esa energía invisible que hace su trabajo dentro del cuerpo físico.
Entonces, cuando empecé mis propias investigaciones en medio de un Cáncer de seno, supe que jamás llegaría a comprender la completud de quien soy y no me refiero necesariamente a quién es Sarah. Puede resultar un poco confuso y al mismo tiempo raro tratar de profundizar en aguas exploradas por pocos.
Sin embargo, la sabiduría del cuerpo humano me ha hecho consciente de lo poderosa, maravillosa y renovable que soy en un mundo que también es sumamente complejo, en donde estamos tú y yo tratando de disfrutar de esta experiencia como seres humanos.
Es así como la maestría de mi sabio cuerpo me ha demostrado muchos secretos a lo largo de estos últimos cinco años, donde definitivamente tuve que entrar a un mundo completamente nuevo, un mundo que ahora comparto con todos. Yo lo viví, fui testigo de la regeneración de todo mi cuerpo y desde ese momento me volví más sensible, me di el permiso para sentirme, para poder encontrar los patrones que me sacan del balance de la sabiduría de mi cuerpo.
Fue cuando empecé a indagar en por qué siento y de dónde provienen todas las experiencias que he vivido y las que quiero vivir. Pero más allá de las experiencias, mi pregunta había estado orientada hacia de dónde vienen las sensaciones que me hacen sentir de determinadas maneras, bien sea que lo viva en mi mente, en mis deseos, en mis sueños o en mi realidad física. Por que esas sensaciones están allí incluso sin que todavía se manifiesten en lo material.
De este modo, aunque físicamente se sabe cuál es la función que desempeña cada órgano y parte del cuerpo, también es cierto que de forma precisa todo lo que sentimos a nivel emocional y energético es de igual forma digerido por cada parte u órganos que componen nuestro cuerpo. Por ejemplo, por qué solemos recordar con tanta precisión experiencias específicas, mientras que otras son olvidadas por completo, que parte de esas historias seguimos recreando energéticamente y somatizando en el cuerpo, para que con los años el alzhéimer sea el efecto de una vida que no ha gustado y por eso es mejor no recordarla.
Por consiguiente, si yo supiera que cada vez que el cuerpo se enferma -cada vez que hay una sensación desagradable o emociones que no me hacen sentir bien- me está enviando una señal de que eso que me hace sentir es el calibrador, yo inmediatamente usaría una técnica para retornar al estado natural de mi sabio cuerpo, en vez de quejarme por sentirme así. Ya que ese sensación se está atrapando en mi cuerpo siempre que la siento y luego el órgano especifico que la siente lo somatizara.
Por lo tanto, no tengo que convertirme en un experto o saber la raíz de todo; solo tengo que saber cómo retornar a mi estado natural, que es la fluidez balanceada. Y si no sé cómo hacerlo, puedo usar una técnica o herramienta para llegar allí.
Recuerda, esas sensaciones que provienen desde algún desconocido lugar son pura energía, son el impecable calibrador que me señala el camino hacia el bienestar o malestar. Por consiguiente, esa energía tan solo responde a un estado vibratorio que se sustenta en el cómo me siento cuando pienso, cuando interactuó, cuando sueño, cuando imagino, cuando vivo y experimento mi realidad; y mientras más resueno con ese estado vibratorio en términos del cómo me hace sentir, más refuerzo el patrón de experiencias o manifestaciones.
Por lo tanto, es la promesa de mi cuerpo que yo viva y disfrute esta vida desde el fluido balance y en la contraparte, es la promesa de mi sistema de creencias que yo viva y disfrute de esta vida desde la jaula de paradigmas, ambos conducen a manifestaciones completamente diferentes.
¿Cuál será tu elección?
Con Amor Sarah.