En continuación con el anterior artículo, quiero narrar como me he hecho consciente de mi evolución espiritual, a través de las experiencias que he tenido.
Así fue, hasta que un viernes llegaron a mi lecciones a través de tres mensajeros diferentes y lo que sentí aquel día fue de lo que yo denomino: darme cuenta (dentro de mi evolución espiritual). Lo relato a continuación.
Como iba a prever que esas respuestas que estaba buscando y que, concordando con Ceci, no era capaz de preguntarme, llegarían una detrás de otra. Ese día mientras iba camino a casa medite sobre mí misma y me percate con lágrimas de felicidad en mis ojos, de cuanto he evolucionado en mi camino espiritual, ya que hoy soy capaz de ver los aspectos de mi vida que no me permiten avanzar y a su vez puedo sanarlos, para regresar a mi esencia que es sentir amor propio y al mismo tiempo, estar en la capacidad de dar amor incondicional. Es decir, eliminar las capas que no me permite expresar la hermosura que ya tengo dentro de mí, a esto me refiero con regresar a mi esencia. No se trata de ir a un lugar en específico, este lugar ya reside en mi cuerpo.
Y así, puedo decir que tomo unos quince días digerir como estaba en el medio de un cambio transcendental para mi propia evolución personal y al mismo tiempo del colectivo. Ya que, si soy capaz de reconocer que las actitudes de los demás no tienen nada que ver conmigo (que tienen todo que ver con ellos mismos), y que su aprobación puede que me brinde una falsa seguridad, donde en el fondo en un reflejo en mi propia timidez, la cual me impide expresarme tal como soy hoy, por miedo al rechazo.
Como dice el Dr. Brian Weiss en su libro “Muchos Cuerpos, una Misma Alma (Same Soul, Many Bodys)”
¡Wow! Fue exactamente lo que sentí cuando penetré mi mirada en los ojos de aquella persona. Quede atónita al contemplar la pureza de la bondad, del amor, de la compasión, pero eso que yo estaba viendo a través de sus ojos, no era la otra persona, aquello era un reflejo de en quien me había convertido, de lo que yo soy.
Después de todo vinimos a esta vida a sanarnos y aprender a amarnos a nosotros mismos, que, por consiguiente, se refleja en un bienestar para toda la humanidad.
Con Amor Sarah.