Desde niña me gustaron algunas de las películas de Wall Disney; pero ya de grande me encantan todas las historias ocultas detrás de estos dibujos animados, que, aunque pueden parecer infantiles, considero que son tramas para todas las edades. Cuando los más grandecitos buscamos despertar el niño que llevamos dentro; ese niño que con el pasar de los años va perdiendo el entusiasmo por las cosas, por sus sueños y hasta por la vida misma y nos muestran como el riesgo, la persistencia y sobre todo el amor pueden llevarnos a cautivar el mundo entero, si así lo queremos.
Moana (Viana). |
“Los cuentos tienen una cantidad de significados, según el nivel de consciencia o de intuición de las personas que lo reciben, pueden captar un nivel u otro.”
Rafael Mateu Sanz.
Entonces, volviendo al tema de las películas sobre cuentos de princesas, se me ha hecho curioso y notorio, que desde que me hice consciente de muchos aspectos de mi vida, cada vez que veo una de estas historias y estoy buscando respuestas, veo la manera de resolverlo o lidiar con ello, dentro de la trama de la película. Aunque los mensajes vienen a otro nivel (del alma, por ejemplo), es como un alimento para la personalidad, porque nos convertimos en receptores de lo bueno, que en este caso es ver una solución o inspiración para los desafíos, ideas o proyectos de vida que muchas veces no llegamos a concretar.
Moana
Siendo una princesa, se emprende una aventura en busca de mejoras para su isla, pese a que la historia contiene mucho aprendizaje, me gusta el final donde Te Ka es una feroz Isla llena de odio que expulsa lava hacia todos y va secando las otras islas. Cuando finalmente la princesa Moana llega donde Te Ka, le muestra su corazón que le habían robado y le canta una canción que dice: Sé realmente quién eres. Es cuando le muestra quien realmente es Tefiti (quien crea todo). Has Click ↣↣ Moana – Sé Quien Eres Spanish (HD)
«La reina se halla delante del espejo, el rasgo arquetípico del yo: «espejito espejito mágico ¿Quién es la más bella del reino?» a lo que el espejo le responde «Blancanieves». Quizás Blancanieves sea el símbolo del yo superior aferrado al materialismo y a al control. Lo que la reina dice en realidad es que debe matar a su yo superior porque hace que se dé cuenta de cosas que prefiere no hacer. A fin de cuentas, su yo superior está fregando los suelos del castillo, lo cual representa la totalidad del ser, como un atentico místico que ve a Dios en todo, y halla paz y satisfacción en las tareas más humildes… Nuestro objetivo es muy parecido al de Blancanieves: lograr que nuestro yo deje de luchar contra nuestro yo superior, unificar los elementos de nuestra naturaleza, hacer las paces con nuestros siete chakras y despertar para asumir las riendas de nuestra vida.»
Todo está determinado desde adentro hacia afuera, desde nuestros valores hasta la forma como nos relacionamos y con quien lo hacemos, la persistencia o simplemente cambiando el orden de la formula. Nos conformamos con menos, porque ignoramos lo grandioso que espera por nosotros. La grandeza no viene por nosotros, espera por nosotros. ¿Vez la diferencia?
Pensamos en un final feliz, que, a pesar de las vicisitudes de la vida, todo tiene su recompensa y que muchas veces a lo que solemos llamar desgracia o mala suerte cuando las cosas no salen como queremos, no necesariamente lo es, ya que un milagro puede verse manifestado por ejemplo en que no nos contraten en trabajos en los cuales no vamos a ejercer con nuestros dones y talentos el máximo potencial, entonces nos frustramos y decimos: que mala suerte, cuando de hecho es cuando la suerte esta de nuestro lado, guiándonos al lugar correcto. Es justo lo que me paso en un momento de mi vida, cuando atravesaba por un momento difícil.
Oramos: hacemos preguntas