Quiero ser una persona normal suele ser uno de los deseos de muchas personas que al ver a su alrededor y compararse con la tendencia -lo que está en boga por no sé quién-, se sienten anormales.
Quiero ser una persona normal, es muy común en la adolescencia sobre todo cuando estos chicos no tienen un clara definición de quiénes son, qué les gusta, cómo se sienten más cómodos y qué disfrutan hacer.
Por lo que, ese axioma de “normalidad” es llevado hacia la adultez y asumido con mayor responsabilidad, como lo requiere la sociedad “normal”. Y claramente quién quiere actuar de una manera anormal, en un ambiente donde el estereotipo está muy bien orientado hacia los estándares.
Y en este punto quizás te estés preguntando ¿Estoy yo en la medía de los estándares normales?
¡Mmm! Es una pregunta muy tajante si la auto honestidad se siente en ti como un dolor agudo, parecido a una patada en la espinilla.
No obstante, dejando de lado la fórmula para la normalidad externa, quiero entrar en la materia que nos concierne, que son las emociones y cómo ser una persona normal en términos emocionales.
Pues bien, las normas de buena conducta establecen que si usted quiere ser una persona normal, tiene que actuar de forma normal; lo que implica manejar de forma prudente lo que está sintiendo en su vida como humano.
Pero, en primera instancia, ¿Quién les dijo a esta gente que las emociones tienen que ser manejadas o administradas?
Ese es el primer error de una serie de errores, porque las emociones son una de las herramientas maravillosas que nos dieron al momento de nacer; y no tan solo eso, sino que cuando las mezclamos con las creencias que tenemos, estas nos hacen sentir de una manera tan única que no se puede comparar con el resto de los humanos. Por lo tanto, el cómo nos hacen sentir las experiencias en términos emocionales, es diferente para cada persona, aun cuando todos sintamos la misma emoción.
No nos dice esto, que deberíamos evitar ser normales. Acaso no nos da esto una pista, que si yo trato de administrar mis emociones, estaré mutilando mi propio poder interior, mi propia esencia que se encuentra contenida en las emociones; porque después de todo, si nací con las emociones, tiene que ser por una razón… y no cualquier razón ¡Una GRAN razón!
Ya que después de todo, si me encuentro en medio de una experiencia que no me hace sentir emociones agradables, pueden estar ocurriendo dos cosas:
- Debería evitarla por completo esa experiencia especifica -con todo lo que está involucrado en ella- porque el cómo me hace sentir me está alejando de mi propio balance interno o…
- El cómo yo estoy percibiendo esa experiencia, es decir, el cómo me hace sentir lo que estoy viviendo, me está enviando una señal sobre una creencia que se encuentra arraigada en mi subconsciente y que me lleva a ver esa experiencia desde los lentes de Sarah y no desde lo que realmente es.
En ambos casos que son válidos para mí, puedo crear una nueva consciencia para vivir desde mi balance interno. Pero en la segunda hay un truco, y es que, cómo yo lo percibo es mi realidad, aun cuando solo venga de una creencia que me hace profesar que eso es verdad, real, vivido… porque es como yo lo interpreto y como yo lo siento.
Por lo tanto, las emociones nos envían señales, mensajes, información para que nosotros podamos orientarnos en la vida y no para que las reprimamos, las manejemos o controlemos. Ya que el cómo nos hacen sentir nos dice hacía dónde deberíamos ir, con quién deberíamos ir, con cuánta frecuencia deberíamos ir, etc. etc. etc.
Contrariamente, cuando manejamos nuestras emociones para ser “normales” todo eso que está sintiendo nuestro cuerpo con esa específica experiencia -suponiendo que no nos gusta- se encuentra compuesto por sustancias, químicos y energía; un cóctel que atolondra todas nuestras células, los órganos y el cuerpo en general. Y mientras esto pasa incontables veces al día -sin darnos cuenta- el cuerpo termina siendo la licuadora que está mezclando una atómica mezcla de vibraciones que envenena.
Entonces, qué pasa cuando ya somos adultos -olvidémonos del cuento de cuando éramos niños- y tenemos muy bien arraigados en nosotros esa forma de ser “normal”, que nuestro cuerpo se mantiene constantemente tratando de recobrar el balance -porque sabe muy bien cómo hacerlo- tras cada experiencia que en vez de sentirla, la reprimimos.
Final del cuento: todo el sistema endocrino, linfático y nervioso se descontrolan tras la incontable cantidad de sustancias que estamos segregando en todo el cuerpo, todo el tiempo y suele traducirse como: enfermedades -todas-, engordamos, empezamos a sufrir de alergias raras, de enfermedades raras, de trastornos raros, de dolores raros… y pare de contar.
La buena noticia, es que el cuerpo ha estado intentando llevarnos infinitas veces hacia la cordura, pero somos tan testarudos “maduros, normales, adultos, bla bla bla” que ignoramos por completo las señales que nuestras emociones están constantemente emitiendo en nuestro cuerpo.
Ahora bien, si usted aún no sabe cómo llegar a ese punto de balance de forma natural, fácil y rápida, haga Tapping. Porque un Tapping bien hecho, le devolverá la estructura balanceada a tu cuerpo sin que tu sepas cómo lo está haciendo y a su vez el Tapping te hará consciente de tus propias creencias, limitaciones y fantasmas con los que has estado viviendo a lo largo de tu vida.
Y ese día, harás tu declaración de independencia hacía un despertar del cual jamás querrás volver a dormir. ¡Te lo prometo!
Porque dejarás de querer ser una “persona normal”, para empezar a simplemente ser tú y seguir las señales que tus emociones te están enviando.
Y colorín colorado, aún quieres ser una persona normal o simplemente quieres ser tu auténtico tú.
Desde mi auténtico, único, maravilloso, radiante, invencible y emocionante yo, Sarah Rojas.
Si quieres saber el origen del Tapping y cada uno de los pasos que debes hacer en una sesión, te invito a leer los artículos: “Tapping la Poderosa Técnica de Sanación” “Cómo Funciona el Tapping” donde hablo sobre la terapia llamada Tapping, específicamente sabrás para qué la usamos, sobre qué está basada, cuáles son sus beneficios, por qué decimos frases negativas y qué relación guarda está técnica con la ley de la atracción. Adicionalmente está disponible para ti la clase ¿Cómo Sanar con Tapping EFT? donde crearás la consciencia para hacer la terapia tú mismo en tan solo 4 pasos.