Cuando la evolución implica molestia o cuando la molestia implica evolución. Dos variantes que siendo distintas, me pueden conducir hacia mi verdadero despertar.
Evolucionar internamente, es darme cuenta constantemente sobre los aspectos internos que me duelen, que me hacen reaccionar o protegerme cuando un evento externo detona dentro de mi emociones que me ponen a la defensiva.
Es decir, eventualmente la evolución va a molestarme, va a dolerme. Es un dolor que solo yo estoy sintiendo al interactuar con otras personas, pero que me están llevando primeramente a darme cuenta sobre:
¿Qué me duele?
¿Por qué me duele?
¿Dónde me duele?
¿De qué me estoy protegiendo?
¿Qué emociones siento?
Para luego ver la oportunidad escondida en la incomodidad que me genera “solo a mi” la persona.
Esto no implica que otros van a causarme dolor intencionalmente o de forma abusiva. Me refiero a que algo me pasa e inmediatamente lo asocio emocionalmente con desagrado, ansiedad, frustración, estrés, presión, que me lleva a sentir dolor. Soy partidaria 100% de que puedo y quiero aprender desde el amor y la misericordia, no desde una forma agresiva que me descalifique.
Entonces, ¿Si me duele estoy evolucionando? No necesariamente.
Pero, si un desafío me molesta, es una verdadera oportunidad para mi evolución interna.
Esto me causa cierta gracia, porque siempre me he jactado de decir que estoy evolucionando, cuando por otro lado, cuando viene una persona o un evento que me hace sentir vulnerable, repito que NO voy a dejar de “ser quien soy” o que NO voy a “perder mi esencia” para tratar de encajar o complacer a los demás.
La verdad, es que mientras más me siento vulnerable emocionalmente hablando (nerviosa, ansiosa, miedosa o estresada por una situación), más me llevo a darme cuenta que existe algo aquí dentro de mi que me esta diciendo: hey Revísate! Lo que te choca, te checa.
Evolución implica dejar de ser quien soy.
Evolucionar y dejar ir son dos caras de la misma moneda, que van de la mano. Si pretendo evolucionar sin dejar de ser quien soy, lo que realmente estoy haciendo es ir en círculos a ninguna parte, lo cual al final es agotador y frustrante.
¿Por qué?
Porque hay una evidencia fisica que comprueba cuánto me estoy esforzando en mi trabajo espiritual interno (usando herramientas, leyendo, estudiando, meditando, aprendiendo nuevas técnicas, practicando diferentes tipos de sanación, etc.); para llevarme a otro nivel de consciencia, para crecer internamente, para ver la vida desde otra perspectiva, para evolucionar. Sin embargo, llevarlo a la práctica con el mismo nivel de consciencia o mentalidad de “cómo deben ser las cosas”, no permite que los retos de mi día a día sean resueltos según el conocimiento que he adquirido, porque mi mentalidad sigue estando en un rango de parámetros de mi viejo sistema de creencias.
Obviamente todo está ocurriendo de una forma en la que no me doy cuenta; porque mis argumentos sobre “quien soy yo” están muy bien soportados con mi viejo sistema de creencias. Es decir, le soy tan leal a eso, que no hay cabida para ser alguien nuevo y renovado.
Evolucionar, es soltar quien creo ser y fluir con el universo. Es entregarme por completo al universo.
Por lo tanto, cuando un desafío aparece en mi vida, debo abrazarlo, aún si en el momento no puedo ver la oportunidad que se me está presentando, lo cual ocurre la mayoría de las veces.
Debo ser paciente conmigo misma en mi proceso y reconocer que donde estoy ahorita es perfecto, que quien soy ahorita es perfecto.
Evolucionar me lleva a quitarme una capa de mi antiguo sistema de creencias (los cuales muchas veces ni siquiera me pertenecen), para poder brillar desde un nuevo nivel de consciencia.
Así pues, evolucionar significa ser otra persona completamente nueva, que ya no resuena con quien era hace un minuto, ayer, hace una semana, meses atrás, etc.
Por lo tanto, si estoy buscado conocer-me o conocer a alguien, jamás llegaré a conocer a ninguna persona, porque todos al igual que yo, están en su propio camino, evolucionando. Esto es muy poderoso.
Por lo cual, si aún estoy buscando crecer internamente para experimentar una vida feliz, llena de gozo y alegría, debo estar abierta a dejar ir la vieja versión de mi misma que me mantiene en la jaula de hámster de experiencias desagradables que yo misma me estoy creando.
Para ello debo saber que las personas más cercanas a mí, van a detonar ciertas molestias que solo yo siento y que solo yo debo darme cuenta.
Dejo asistirme a mi misma. Una forma de hacerlo es preguntarme constantemente:
“¿Quién soy yo?” (Nan Yar) Sri Ramana Maharshi.
Ya que cómo decía Karen Berg:
“Se trata sobre Mi propio proceso, no el proceso del otro.”
Con Amor y algo de molestia, Sarah.