Qué puedo hacer cuando la negatividad toca mi puerta.
Negatividad es una palabra que he tratado de sustituir por la connotación que tiene en mi sistema de creencias. Sin embargo, negativo es una palabra que existe y que no puedo eliminar simplemente porque sí.
Lo negativo, es en realidad lo opuesto, lo contrario, la otra cara de una misma moneda llamada positivo, y que en resumen de cuentas forma parte de esta vasta existencia donde todos coexistimos. Por lo tanto, si entro en aguas profundas, la negatividad no tiene que necesariamente ser sinónimo de malo.
Entonces, por qué la negatividad ha cobrado tanto poder a lo largo de la historia, por qué nos aferramos tanto con querer estar en el lado de lo positivo.
Primero que nada, todo lo que existe en el mundo físico, que es tangible, tiene dos realidades o dos aspectos, que de alguna manera se equilibran entre sí. Pero, en términos de la consciencia humana, nosotros somos los únicos que tenemos libre albedrío para discernir entre las decisiones que tomamos y dentro de las cuales coexisten esas dos realidades, como lo negativo y lo positivo. Por ejemplo, un cristal que contiene una específica vibración, puede ayudarme a transmutar ciertas energías si así yo lo elijo, puede ser un objeto de decoración que embellezca mis espacios si así yo lo elijo, pero la otra cara del mismo cristal, es que también puede ser usado como un arma letal que puede causarle daño a otra persona si así yo lo elijo.
Por lo tanto, en ambos contextos yo podría decir que el mismo cristal es negativo y positivo, dos realidades que dependen sólo del libre albedrío de la persona que lo usa.
Por ende, dentro de mí, como humano existen estos dos aspectos.
¿Cómo sé que parte de mi detona cada aspecto? Positivo o negativo.
Todo depende del significado que solo yo le doy a las cosas que vivo, que a su vez también está entrelazado con mi nivel de consciencia y con la conexión que tengo con mi Esencia Divina. Mientras más me parezca a la esencia de mi alma, más cerca estoy de tomar decisiones que de alguna manera me conduzcan hacia un bienestar colectivo, donde me beneficie a mí y al resto. No obstante, debo estar consciente que el significado de positivo y negativo es diferente para cada persona, porque es una creencia que está estrechamente conectada con las experiencias que cada uno vive y el cómo percibimos la realidad desde ese sistema de creencias.
A decir verdad, todos los seres humanos tenemos momentos donde sentimos que la negatividad esta tocando la puerta, situaciones en las cuales las cosas se ponen de color hormiga. Pero, solo yo puedo decidir si la negatividad entra o no a mi vida, yo le doy el permiso, el poder.
¿Por qué yo soy quien decide si le abro la puerta a la negatividad?
Porque justamente la negatividad no toca mi puerta. La negatividad, es un estado de consciencia que me hace creer o sentir ciertas cosas, pero que en conclusión, parte de mi propias creencias, porque es desde mis creencias, desde donde yo mismo creo toda mi realidad. Es por esta razón que cuando alguien me hace daño lo culpo (aunque yo mismo lo haya creado en mi vida), pero cuando yo me enfermo ¿A quién culpo?
Por otra parte, mi cuerpo está diseñado perfectamente para estar sano, para estar en balance, para crear desde el equilibrio, sin embargo, es sumamente curioso que cuando mi cuerpo se enferma, también está diseñado para sanarse, para regenerarse. Es decir, mi cuerpo pasa por un proceso de salud-enfermedad-salud y en ese lapso me da la oportunidad para que me haga consciente de mi propio Poder Interior, para que tome responsabilidad sobre la causa emocional y mental (subconsciente del sistema de creencias) que me están conduciendo hacia los resultados que estoy manifestando. De esta manera, obtengo yo misma el cómo transformar (transmutar, pasar) mi estado de consciencia, de negatividad a positividad o en su defecto, cómo encontrar el balance entre estas dos energías.
Efectivamente existen frecuencias de vibración donde viven estos dos estados emocionales, tanto el positivo, como el negativo. Cada uno resuena con una específica vibración, por lo tanto mientras más me enfoco en lo positivo, más lo manifiesto, mientras más me enfoco en lo negativo, más lo manifiesto. Porque depende solo de mí, de lo que creo, del énfasis especial del contexto.
Como ya lo dije antes, todo forma parte de lo mismo. La negatividad y la positividad son parte del gran TODO, tanto dentro como fuera de mí. ¿Es malo, es bueno? Solo depende de mí, ya que soy la única persona que puede encontrar las respuestas dentro de la misma negatividad, soy la única persona que puede ver aquello que se esconde dentro de la negatividad, y por qué no, hallar la positividad dentro de lo negativo.
Por lo cual, cuando sienta que la negatividad está tocando mi puerta, puedo estar seguro de que se me está presentando una encrucijada para pasar de un estado de consciencia al otro y transformar esa parte de mi o avivar el fuego de la negatividad.
Si quieres tomar comprensión de cómo pasar de un estado de consciencia al otro, yo estaré muy feliz de ayudarte a hacerlo.
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