Mi proceso de transformación, es el período que tengo disponible para observar-me y llevar-me de un estado de consciencia al otro y que se verá reflejado en aquello a donde quiero llegar, llámese meta.
Foto 2017. Después de terminar el proceso de las quimioterapias. |
Aunque mi proceso de transformación no está determinado ni por el tiempo, ni por las circunstancias, ni por mi entorno, considero que estos aspectos forman parte de un todo, es decir del cuadro completo. Ya que cuando me convierto en un observador, incorporo las herramientas que siempre han estado allí disponibles para mí, bien sea personas, conocimientos, objetos, dinero, hasta la misma salud.
Por consiguiente, si estoy enferma y deseo sanarme, debo atravesar mi proceso para llegar de un estado físico al otro, es decir de la enfermedad a la salud. Ya sea que le delegue esa responsabilidad a un especialista de la salud o tome esa responsabilidad yo mediante mi proceso de transformación, un despertar de consciencia que tengo que hacer yo, por supuesto, con la ayuda de las herramientas; en todos los casos debo atravesar por un periodo.
Mi proceso de transformación no es más que la consciencia pura mostrándome el camino de cómo debería empezar a ser mi perspectiva de la vida. Así como lo explico en mi libro canSER “un proceso de transformación” en el capítulo El Maratón:
“…ya que es durante el tiempo que dura todo el proceso, donde verdaderamente nos transformamos por completo y descubrimos nuestros potenciales escondidos…”
Dicho esto, las metas en sí mismas no significan nada, sino soy capaz de estar presente en el viaje que me conduce a la realización de esa meta.
¿Por qué? Porque el secreto se esconde en el proceso, es allí donde realmente encontramos la diversión de ser humanos, de vivir, de sentir, de disfrutar, de explorar, de descubrir. La razón fundamental por la que debería tener metas, es para poder disfrutar del viaje, un viaje donde atraigo todo aquello que está vibrando a mí misma frecuencia.
Suena interesante, pero ¿Cómo sé que lo que estoy atrayendo a mi vida, es aquello en lo que vibro? Muy simple, porque está correspondiendo a aquello que siento tras cada pensamiento. Por lo tanto, en mis procesos de transformación atraigo exactamente lo mismo a lo que le doy importancia y energía.
De esta manera, mis procesos de transformación son la sincronía perfecta a nivel energético entre yo y el resto. Por eso cuando decido asumir la responsabilidad de estar presente en mi viaje como un observador, me abro al campo de infinitas posibilidades. Entonces, todo aquello que necesito para llegar a la meta, llega en perfecta armonía, fuera de mí absoluto control. Consecuentemente, eso que llega me da exactamente lo que necesito como parte de un plan perfecto.
Por ejemplo, antes no podía entender por qué me ocurrían ciertos eventos, por qué el tiempo parecía pasar lento o rápido, por qué las cosas no salían como quería aun cuando hacía todo lo posible para que ocurrieran. Y era porque irónicamente no estaba presente en mi propio proceso de transformación, no lo estaba viviendo.
Entonces, fue cuando empecé a darme cuenta que las personas que están o vienen a mi vida son la pieza perfecta del rompecabezas, tuve una comprensión profunda del por qué estamos todos los humanos en este mundo.
Todos nos complementamos en nuestros procesos de transformación, todos somos alumnos y maestros entre nosotros mismos, es allí la importancia de poner al servicio de los demás nuestros dones y talentos, ya que de nada sirven, si no van a contribuir en la vida de quien lo necesita.
Mi familia, mis amigos, mis empleos, las personas y los lugares que frecuento, absolutamente todo juega un papel perfecto en los procesos de transformación en mi vida, ni más ni menos. Es tan simple, porque la vida es un círculo de inicios y finales, que a su vez, el fin de uno conlleva al inicio del otro. Por lo tanto, la idea de fin es una ilusión.
Si quiero volverme parte de mi propio proceso de transformación, tengo que observar a mi alrededor y me daré cuenta que tengo más maestros de lo que pienso.
Únete a uno de ellos y empieza a vivirlo, con Amor, Sarah.
PD.: Foto tomada en el 2017 después de terminar el tratamiento, hoy en día estoy y me siento sana.
¿Quieres continuar con tu despertar interior? Aquí algunos Artículos Relacionados:
• El Secreto Sobre el Cáncer que no Sabias